El ser humano no nace con la visión desarrollada, y es importante entender la sinergia entre el desarrollo del sistema motor y el propio desarrollo visual. Es fácil entender la relevancia de un sistema visual fuerte, pues el 80% de la información que nos llega del mundo es visual y nos valdremos de ella para interaccionar entre nosotros y el medio durante el aprendizaje social y académico. Por ello, en el artículo de hoy se hablará de la importancia de la visión y el correcto desarrollo motor.
LA VISIÓN Y EL CORRECTO DESARROLLO MOTOR
Al principio de la vida, los medios oculares aún no están del todo formados y es solo mediante la estimulación y la experiencia que el sistema visual comienza a edificar los cimientos de la visión como todos la conocemos.
La estimulación y el movimiento están íntimamente relacionados desde la base del desarrollo, ya que los primeros movimientos que el bebé realiza son involuntarios como respuesta de estímulos sensoriales.
Estos movimientos están guiados internamente desde el tronco encefálico y son conocidos como reflejos primitivos.
Dichos movimientos están relacionados con la estimulación que el bebé recibe desde que está en la cuna, hasta que es capaz de ponerse en pie y es necesario para el buen desarrollo, tanto psicomotriz, como visual que NO se salte ninguna de las fases del movimiento.
CONEXIÓN CEREBRAL INTERHEMISFÉRICA Y CONLATERALIDAD
Debemos entender que el ser humano es bilateral, tenemos dos hemisferios cerebrales y al igual que las extremidades son parejas, muchos de nuestros órganos también lo son.
En especial los ojos precisan de un desarrollo y funcionamiento casi idéntico para que se produzca el desarrollo de la binocularidad (uso de los dos ojos al mismo tiempo) y podamos formar dos imágenes tan parecidas entre si, que nuestro cerebro las pueda fusionar en una sola fácilmente para nosotros.
Para que los dos ojos funcionen juntos se necesita de una buena conexión entre esos dos hemisferios cerebrales, y la base de dicha conexión interhemisférica es un desarrollo contralateral estable y bien integrado.
¿QUÉ ES LA CONTRALATERALIDAD?
Cuando hablamos de contralateralidad, hablamos de la capacidad de mover coordinada y eficazmente dos partes del cuerpo de hemisferios contrarios, por ejemplo, brazo derecho con pierna izquierda. Moverse de esta forma no es fácil los primeros años de vida, ya que se precisa de una comunicación estable entre los dos hemisferios cerebrales y por esto cualquier movimiento contralateral, ayudará a generar conexiones entre los mismos.
Al comienzo de todo el desarrollo motor, el bebé aún no trabaja interhemisféricamente, sino que los hemisferios cerebrales se activan de forma alterna y es por esto que aún su sistema es homolateral, es decir, todo lo relaciona y lo realiza en un solo lado, dependiendo de hacia donde se oriente y por tanto los ojos aun no funcionan juntos.
Comprobaremos que en la cuna el bebé o está orientado hacia un lado o hacia el otro. Aunque es en este momento cuando empiezan a activarse los sistemas que darán lugar al enfoque a distancias cortas.
A los 7-8 meses los dos hemisferios cerebrales empiezan a comunicarse entre sí. En esta etapa, comienza a realizar movimientos contralaterales tumbado y creando nuevas conexiones entre los dos hemisferios que servirán de puente para le desarrollo motor.
LA VISIÓN BINOCULAR EN EL DESARROLLO
Llega un momento en el que comienza a pasar juguetes de un lado de la cuna al otro, pero hasta que no los contempla y los sostiene delante de sus dos ojos no está usándolos conjuntamente, momento en el que los sistemas de vergencia ocular empiezan a activarse.
Durante todo este proceso es de vital importancia que el bebé halla sido estimulado correctamente, ya que en este momento los dos ojos y los dos oídos (si han sido estimulados por igual) empiezan a funcionar juntos por simpatía.
En la visión empieza a desarrollarse la binocularidad. El niño aprende que el espacio no es plano, sino que tiene profundidad y empieza a verlo en tres dimensiones y a desarrollar la capacidad de medir distancias.
Cuando el bebé comienza a observar el mundo que le rodea aún no ve imágenes nítidas, por tanto, querrá acercarse a los objetos que llamen su atención visual o auditiva, momento en el que intentará desplazarse, primero arrastrándose y posteriormente gateando.
Cuando quiera alcanzar un objeto, primero lo localizará con sus ojos y se desplazará como pueda hacia él. El cambio relativo de tamaño del objeto debido a su aproximación, hará que el sistema visual comience a activarse en lo en cuanto a la agudeza visual, amplitud y flexibilidad en la acomodación se refiere.
Es importante que el bebé se arrastre y gatee y deberemos observar un movimiento contralateral de sus extremidades. Este movimiento contralateral genera el proceso de unificación de los hemisferios que permitirán la maduración de las vías neuronales dedicadas a mover brazos, piernas y por supuesto ojos de forma conjunta y coordinada. Por así decirlo, ésta es la base de una buena locomoción bilateral.
RECOMENDACIONES PARA UN CORRECTO DESARROLLO MOTOR
Por todo lo anterior es tan importante seguir y completar todas las fases del desarrollo motor y se entiende que, sin esta base, las conexiones entre hemisferios del cerebro no sean fuertes y si esto es así, posiblemente la binocularidad tampoco lo sea.
Es por esto que, en Mejor Visión comenzamos la Terapia Visual desde la base, ayudando y potenciando el desarrollo motor desde la integración bilateral del cuerpo. Teniendo muy en cuenta la importancia de la visión y el correcto desarrollo motor.
Por tanto, se debe empezar por una valoración de cómo se desenvuelve el niño y conociendo sus etapas de desarrollo, se puede entender el nivel de maduración motor y visual, sabiendo entonces desde dónde se debe partir y cómo podemos ayudar a desarrollarse mejor.
