Hoy en día el tiempo que invertimos en trabajar en la distancia cercana aumenta no solo por el progreso de las nuevas tecnologías (tablets, ordenadores, consolas, etc) sino porque los trabajos que de alguna forma están ligados a la informatización son ya la gran mayoría. Y es por ello, que cada vez más aparecen problemas visuales derivados del teletrabajo y las pantallas.
Esto sumado a la reciente aparición del teletrabajo, que parece que ha llegado para quedarse y convertirse en el futuro de muchas personas, hace que la preocupación por nuestras capacidades visuales aumente progresivamente.
Problemas visuales derivados del teletrabajo y las pantallas
Si sientes o crees que tu visión fluctúa cuando usas ordenadores o trabajas de cerca, impidiéndote estar mucho tiempo concentrado o trabajando es muy probable que necesites ayuda, y la Terapia Visual ha demostrado ser la principal solución a estos problemas.
Por otro lado, la luz azul que llega a nuestro sistema visual proveniente de las pantallas podría estar causándonos más estrés visual del que pensamos.
¿Es nuestro sistema visual lo suficientemente eficaz?
Cuando trabajamos en cerca, visualmente hacemos uso de dos sistemas íntimamente relacionados entre sí, el sistema de enfoque o acomodación, que nos permite aclarar las imágenes cercanas y el sistema de convergencia de los ejes visuales, que permite que nuestra mirada se centre, juntando ambos ojos en un solo punto.
Lo que ocurre es que estos sistemas, sobre todo en aquellas personas que tienen problemas visuales de base o su visión es inestable, puede causar sintomatología cuando abusamos de ellos, como es habitual durante el teletrabajo.
Los hábitos visuales reiterados en la distancia cercana producen que nuestro sistema de enfoque y de convergencia deba reaccionar para aclarar correctamente las demandas a las que sometemos a nuestra visión.
Estos sistemas de acomodación y convergencia son básicamente musculares y guiados por el cerebro.
Por su parte la acomodación hace uso de los músculos ciliares del interior de cada ojo, haciendo que éstos se tensen o se relajen para poder formar la imagen nítida que nuestro cerebro necesita, en aras de interpretar correctamente las tareas que le presentamos.
Por otro lado, el sistema de convergencia, precisa de los músculos extraoculares para hacer que el eje de la visión cambie y se centre, haciendo que los ojos se junten y de esta forma poder contemplar las imágenes cercanas como únicas y simples, sin llegar a ver doble.
¿Qué ocurre cuando mis sistemas de enfoque y convergencia se fatigan?
Como cualquier músculo de nuestro cuerpo, los músculos ciliares y extraoculares tienen un límite y, sobre todo aquellos con un problema subyacente, o que han estado sometidos a un uso indebido.
Es por esto que la capacidad de nuestro sistema visual puede verse disminuida propiciando que no seamos capaces de aclarar las imágenes cercanas o lejanas durante mucho tiempo seguido o que veamos doble. Esta situación puede llevar a dolor de cabeza por intentar forzar la acomodación o la convergencia derivando en fatiga ocular.
Este desenfoque en gran medida es precursor del aumento de la miopía o en muchos casos de la llamada falsa miopía y muchas personas piensan que posiblemente la graduación de sus gafas haya cambiado, pero nada más lejos de la realidad, probablemente estemos ante un caso de insuficiencia acomodativa o de insuficiencia de convergencia y tratar de corregirla con soluciones oftálmicas como subir la graduación de una gafa o plantearse llevarlas es un error.
Pantallas, luz azul y salud visual
Las pantallas no están hechas para nuestros ojos, esto es una realidad, la luz que emana de nuestros medios digitales provoca no solo fatiga o estrés visual, como casi el 100% de las personas puede haber experimentado alguna vez, sino que el daño oxidativo subyacente que no notamos a corto plazo podría acelerar patologías tales como la degeneración macular de nuestra retina.
Además, la luz azul afecta a los ciclos circadianos de vigilia y sueño, por lo que nos acostaremos más tarde, descansaremos menos y nos despertaremos más abatidos por culpa de esta sobre exposición. También afecta a la lágrima y a la frecuencia de parpadeo, impidiendo que ésta se esparza correctamente por la superficie ocular y se renueve como es debido, lo que causará aun más irritabilidad visual.
Solución que proponemos en Mejor Visión
En estos casos, donde la corrección con gafas no es una opción, debemos no solo entender que es lo que ocurre con nuestra visión, sino ejercitarla de manera eficiente y ser capaces de destensar estos músculos mediante algunos de los ejercicios que propone la Terapia Visual.
Sin embargo, la Terapia Visual que proponemos en el Centro de Mejor Visión, lejos está de basarse solamente en ganar fuerza con esos músculos o ser capaz de destensarlos. De nada sirve tener una musculatura ocular fuerte si no soy capaz de mantenerla en el tiempo, además de que si pierdo esa musculatura volveré a tener los mismos problemas.
Los problemas visuales derivados del teletrabajo y las pantallas son cada vez más frecuentes, es por esto, que en Mejor Visión hacemos de la terapia un entendimiento profundo de la visión y de cómo funciona, generando un cambio a nivel neural y de procesamiento de la información para que no solo sepa que tengo que hacer, sino que lo tenga tan integrado que lo haga sin esfuerzo cada vez que me enfrente con el reto visual.